Este libro es un compendio de un centenar de artículos publicados en prensa en los últimos años. A pesar de todo lo que ha mejorado el conocimiento de la población en muchas áreas, en el tema de la educación financiera seguimos con una mayoría de la población analfabeta.

La sabiduría popular dice que la ignorancia es atrevida. Si lo extrapolamos a las finanzas diríamos que nos atrevemos con más de lo que podemos y claro, luego vienen las consecuencias. Con posterioridad a la crisis financiera de 2008 hubo un movimiento social que reclamaba un mayor conocimiento en asuntos dinerarios pero se paró, por desgracia, por el ataque directo que sufrió a manos de algunos políticos.

La educación financiera debe ser personal pues cada uno debemos estar al corriente de qué nos conviene más en cada momento de nuestra vida (primer empleo, matrimonio, hijos, jubilación…) Además, tiene una consecuencia muy beneficiosa y es que decisiones individuales más acertadas conducirán a una mayor estabilidad financiera general.

Sin obviar que una sociedad más formada impedirá a los políticos populistas legislar a la ligera sin ser señalados por los ciudadanos.
Por último, hay una deseo personal de publicar estos artículos ahora, y es para poder mostrar lo que dije y cuándo lo dije. En el fondo, no es maldad lo que mueve a la mayoría de esos políticos, sino ignorancia, así que hagamos un esfuerzo todos por estudiar más.